Kananaskis, Alberta (16–17 de junio de 2025) – La 51ª cumbre del G7, organizada por el primer ministro canadiense Mark Carney, contó con la presencia de líderes invitados como la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien asistió como invitada especial al evento que tuvo como eje temas de seguridad global, cambio climático y economía.
Agenda y vínculos diplomáticos
Sheinbaum aprovechó el foro para impulsar su «Plan México», presentándolo ante líderes y empresarios canadienses con el fin de reforzar inversiones y posicionar a México como una de las 10 mayores economías del mundo. Además, propuso realizar una «Cumbre por el Bienestar Económico», extendiendo una invitación inclusiva a miembros del G7 y países de América Latina.
Durante la cumbre, se reunió con personalidades como el primer ministro canadiense y el expresidente brasileño Lula da Silva, logrando fortalecer la imagen internacional de México como actor proactivo en comercio, ciencia y cambio climático.
Reunión frustrada con Trump
Se esperaba que Sheinbaum sostuviera un cara a cara con el presidente Trump durante la cumbre, para tratar asuntos como aranceles al aluminio y acero, remesas, migración y seguridad. Sin embargo, la reunión se canceló inesperadamente cuando Trump decidió retirarse temprano de Kananaskis debido a la escalada del conflicto entre Israel e Irán.
Llamada que resuelve parcialmente el impasse
Para compensar la cancelación, ambos sostuvieron una llamada telefónica el 17 de junio. Durante esa conversación, Sheinbaum propuso un “acuerdo general” entre México y Estados Unidos que abarque seguridad, migración, comercio y reconocimiento de los mexicanos en Estados Unidos. Según el gobierno mexicano, el tono fue “muy bueno” y ambos acordaron iniciar negociaciones, incluidas reuniones preparatorias con el canciller Marcelo Ebrard en Washington.