Ciudad de México, 5 de junio de 2025.– Hugo Aguilar Ortiz, abogado de origen mixteco, fue confirmado como el próximo ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). El Instituto Nacional Electoral (INE) reveló que obtuvo más de 6.1 millones de votos en la histórica elección judicial del 1 de junio, superando a su más cercana competidora, Lenia Batres.
Elección inédita
• Por primera vez en la historia de México, la ciudadanía elige directamente a los ministros de la SCJN, rompiendo el esquema previo basado en designación interna .
• Tras el conteo completo, Aguilar obtuvo 6 195 612 votos (5.3 %), superando a Batres por aproximadamente medio millón de sufragios .
Quién es Hugo Aguilar Ortiz
• Nacido en 1973 en San Agustín Tlacotepec, Oaxaca, Aguilar estudió Derecho en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca e hizo carrera como defensor de comunidades indígenas .
• Ha sido coordinador de Derechos Indígenas en el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) y participó en negociaciones como los diálogos de San Andrés, tras el levantamiento zapatista .
Significado e impacto
• Su elección representa un hito para los pueblos originarios, siendo el segundo presidente indígena de la Corte desde Benito Juárez, y el primero mixteco en ejercer el cargo en siglos .
• El triunfo del abogado mixteco, cercano al partido Morena, genera expectativas en las comunidades indígenas y críticas sobre la independencia judicial, por su alineación política .
Trayectoria y toma de protesta
• La entrega oficial de resultados y constancias será el 15 de junio, según lo indicado por el INE .
• Aguilar Ortiz asumirá formalmente el cargo de ministro presidente el 1 de septiembre de 2025, para un periodo de dos años .
Declaraciones oficiales
La presidenta Claudia Sheinbaum celebró su designación, resaltando su “conocimiento, sensibilidad social y origen modesto”, y subrayó la importancia de una justicia “honesta, austera y transparente” .
Lo que viene
La llegada de Aguilar al liderazgo de la SCJN marcará el rumbo de la Corte en los próximos años. Se espera que impulse agendas en favor de los pueblos indígenas, al mismo tiempo que enfrente el reto de demostrar imparcialidad en un tribunal cada vez más politizado.