Por Julián Parra Ibarra

Hasta antes de la elección federal del pasado de julio, ya casi acomodándose en los carriles de salida en la competencia para obtener la candidatura priista rumbo a la renovación de las alcaldías en los 38 municipios coahuilenses, en Torreón se preparaban para escuchar el disparo de salida, los tres principales punteros: Toño Juan Marcos Villarreal, Salvador Hernández Vélez y Miguel Ángel Riquelme Solís.
Tras la elección presidencial y dado que los resultados que se esperaban no fueron ni con mucho los planeados, Hernández Vélez fue violentamente separado de su cargo como presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, y casi casi que lanzado a la hoguera, como si hubiera sido el responsable único del revés que el tricolor sufrió en el estado.
Por eliminación y ya enviado Salvador a la congeladora polaca, se quedaron solamente como los más adelantados suspirantes, el actual secretario de Gobierno de la entidad, y el diputado local. Dadas las circunstancias, Juan Marcos Villarreal aparecía como candidato natural por diferentes razones que quisiera que analizáramos juntos usted yo ¿Sale? Va pues.
Después de los resultados del 1 de julio pasado y sabedor de que la situación en Torreón está cuesta arriba, parecía que Riquelme ya no estaría tan interesado en venir en busca de la alcaldía; y además se suponía que como uno de los hombres fuertes del gobernador Rubén Moreira, no tan fácilmente sería cedido por el gabinete.
En virtud de los pobres resultados ofrecidos por la actual administración, que ha generado una creciente molestia entre los ciudadanos, Torreón está colocado junto con Monclova y Piedras Negras, como los tres municipios con el más alto riesgo de perderse en la lucha por la renovación de las alcaldías.
Para ello, se va a requerir meterle fuerte a las campañas –sobre todo que el PAN baraja los nombres de los ex alcaldes Jorge Zermeño y Guillermo Anaya-, y ¿quién de la baraja priista tiene recursos –él y toda su familia son de una importante estirpe empresarial- como para invertirle en la campaña?
La actual administración estatal ha tenido la corriente en contra en el trato con el sector empresarial, y ¿quién de la baraja priista es empresario y el que pudiera tender los puentes de comunicación entre los ‘ipecos’ y el gobierno del estado?
Sin embargo la ‘naturalidad’ con la que se encaminaba Toño rumbo a la candidatura se viene por tierra, luego de que el Congreso aprobara echar por tierra los candados que impedían que dos barajas del priismo en la entidad, vayan en busca de las alcaldías de Monclova –Martha Laura Carranza- y de Torreón –Miguel Ángel Riquelme Solís-.
Según la estrategia establecida o la ruta delineada: Miguel pasaría primero de ser secretario de Gobierno, a secretario der Desarrollo Social, antes de ser el ungido por su partido para ir en busca de suceder en el puesto a Lalo Olmos –no me ayudes, compadre-.
Riquelme tiene en la operación política una de sus mejores armas y habilidades, y en ese sentido, tras su paso por la Secretaría de Desarrollo Regional en La Laguna, ya demostró que sabe planchar muy bien –y más si se trata de abonar a su propia candidatura-, por lo que  no le costaría mucho trabajo desarrollar el proyecto desde la secretaría de Desarrollo Social con la finalidad de allanar el camino rumbo a la alcaldía.
Toño ya se ha autodestapado y seguro es que no querrá dejar el camino libre porque se ve con serias posibilidades de ser ‘el bueno’. De hecho hace cuatro años realizó un gran trabajo con el llamado ‘Plan Torreón’, que al final cuando la balanza se inclinó en favor del actual alcalde, Juan Marcos Villarreal le entregó el documento a Lalo Olmos, quien seguramente o lo utilizó como hojas reciclables o lo almacenó en la gaveta de las cosas inútiles.
Falta tiempo, es cierto, para que se decidan las candidaturas, pero el ambiente ya se empieza a tornar interesante. Por un lado están los que consideran que el entorno actual va a llevar de regreso al PAN a la alcaldía torreonense.
Por el otro están los que ven muy optimista el panorama y el horizonte, y lo explico: cuentan que para operar las más recientes elecciones en la entidad, el panismo se sirvió de las delegaciones federales, particularmente la de Desarrollo Social con el uso de los programas sociales con fines electorales, lo cual fue denunciado por los propios panistas.
Buen o pues ahora la corriente optimista considera que después del 1 de diciembre el panismo en Coahuila empezará a dejar de tener en sus manos las delegaciones federales que tanto les ayudaron para trabajar lo electoral. Dicen pues, que el PAN perderá su principal fuente de recursos para operar en la entidad.
Y, en contraparte, el priismo tendrá ahora en sus manos el manejo de todos los programas, particularmente los sociales, y que en su aplicación trabaja de la mano y de manera muy directa con la secretaría de Desarrollo Social de Coahuila –perdón, ¿quién dicen que es el que será el próximo titular de esta dependencia?-.
En fin, pero por lo pronto las cosas se ponen interesantes en la carrera sucesoria en Torreón. En teoría el PAN tiene todo para aprovechar la coyuntura para regresar al poder, pero otra vez se enfrentan a su eterno problema de las terribles luchas intestinas, que con mucha frecuencia les ha llevado a perder posiciones, y poder.
Jorge Zermeño Infante, que se quedó en la orilla en sus aspiraciones de llegar al Senado, ya está más que puesto para ‘recuperar Torreón’, el meollo está en que el grupo de Memo Anaya, con tal de impedir el avance del ex embajador de México en España, están dispuestos a apoyar mejor la candidatura de Chuy de León o de Miguel Batarse, aunque ello les signifique la derrota.
Es el eterno juego de los panistas: Prefiero perder, antes que llegue uno del grupo contrario.
 

Por UNIMEDIOS DIGITAL

Agencia de Noticias fundada en noviembre de 2011 como un medio de información digital. Primer lugar en el Concurso Nacional Coberturas Periodísticas #PeriodistasContraLaTortura en 2022 organizado por Documenta. Dos premios estatales de Periodismo 2016 y 2018 en Coahuila en la categoría de Reportaje.