- Podrían embargar bienes de la iglesia Cristo Rey
POR JESSICA ROSALES
UNIMEDIOS/ SALTILLO, COAHUILA.- A pesar de la orden de una autoridad como parte de la resolución del juicio laboral 430/2007, el Obispo Raúl Vera López, se niega a pagar una indemnización de 520 mil pesos a María del Carmen Ramos de Zapata, quien demandó despido injustificado por parte de la Diócesis de Saltillo, luego de 25 años de trabajo en la parroquia Cristo Rey.
El presbítero es reconocido a nivel internacional por su lucha en favor de los derechos humanos de migrantes, mineros y en general de grupos vulnerables, además de que es un serio crítico de la política local y nacional.
Sin embargo, en esta ocasión pese a que se trata de la resolución de un Tribunal el Obispo ha manifestado su intención de no acatarla, “El obispo se ha ostentado como un defensor de los derechos humanos, de los trabajadores incluso quería lanzarse como el nuevo constitucionalista. Cuando vamos a hablar con él, también enamorados de su discurso, pensamos que una vez que nos acercáramos pudiéramos encontrar una solución”, relató el abogado.
Añadió, “De manera muy violenta y grosera le dice -Salte, si quieres te voy a dar 5 mil pesos, si los quieres, si no dale hasta donde tope, no le tengo ningún miedo a la autoridad”.
La afectada emprendió una lucha legal desde el 2007 y pese a los amparos solicitados por la Diócesis, las autoridades le otorgaron la razón, por lo que podrían embargar los bienes de la parroquia debido a la negativa del Obispo de Saltillo.
El Tribunal Colegiado en Materia Penal y del Trabajo del Octavo Distrito, de la Junta de Conciliación y arbitraje determinó que la Diócesis debe pagar prestaciones, prima vacacional, horas extras, prima de antigüedad, aguinaldo y salarios caídos.
“María del Carmen, es una señora de 75 años que trabajó 25 años en la Parroquia Cristo Rey como Secretaria, se le imponían horarios, un salario y se le asignaban labores como el cobro de bautizos, bodas, etc”, expuso.
Ricardo Torres explicó que el despido se generó debido a que llegó a la iglesia el párroco José Alvarado Domínguez, quien decidió realizar el despido injustificado sin liquidación, incluso relata que en el juicio el sacerdote, mintió ante la autoridad asegurando no conocer a María del Carmen.
“Cómo deja esto al padre, le dijimos en su investidura no debe mentir, y respondió –Sí, pero esto es un juicio”, expuso.