UNIMEDIOS/NADIA BALLESTEROS
Saltillo, Coahuila. 5 de marzo de 2020.- La falta de empatía y de un sentido de sororidad, al considerarse entre ellas mismas como rivales, lleva a que el 20% de los casos de agresiones contra las mujeres sean ejercidos por otras mujeres, opinó Magdalena Jaime Cepeda, coordinadora de Igualdad de Género de la Universidad Autónoma de Coahuila.
Lo anterior, en el marco del Día Internacional de la Mujer, que se conmemora el 9 de marzo, la UAdeC llevó a cabo el taller vivencial Entretejiendo tu Esencia, donde se trataron temas que permiten identificar a la mujer interior y a aquellas que han formado parte de la vida de otras mujeres y que contribuyeron en la formación de su carácter.
“No nos debemos de ver como rivales, nos debemos de ver como iguales y como fortalezas, eso es lo que queremos ayudar a despejar. Todo el tiempo nos enseñan a competir y vemos que para una mujer es más difícil alcanzar algo que para un hombre, como nos cuesta más, entonces lo defendemos, nos olvidamos de que somos hermanas y de que si estamos juntas, lo podemos lograr mejor”, expresó.
Jaime Cepeda explicó que el tejido es una actividad que, además de dar paz, se remite a hace mucho tiempo. “La idea es que al final entendamos el tema de la sororidad, que al final las mujeres salgan empoderadas, más seguras de sí mismas, reconozcan sus fortalezas, pero además nos reconozcamos todas”.
“Finalmente, el Día Internacional de la Mujer tiene que ver con la lucha que hemos tenido las mujeres por defender el hogar, por que tengamos más privilegios que no hemos tenido, queremos que de aquí salgan fortalecidas, que reconozcan lo bueno que tienen”, dijo.
Por su parte, Laura Téllez, colaboradora de Igualdad de Género, expresó que falta empatía para lograr un ambiente de sororidad debido a que no reconocemos que somos iguales. “El trabajo con la niña interior nos ayuda mucho con esto. Si tengo una diferencia con una mujer, empiezo a pensar que esa mujer fue una niña y esa niña sufrió, y todas estamos tratando de superar esas situaciones que sufrimos en la infancia”.
Detalló que en el taller se abordaron los tres aprendizajes de género: en la infancia, en la adolescencia y en la adultez, mediante los cuales una persona se llega a bloquear debido a las heridas o decepciones sufridas.
“Lo que nos falta es vernos por adentro, no ver la fachada de la persona, sino reconocernos como niñas que sufrieron, que fueron creciendo, y tratando de arreglar esos dolores”, expresó.