POR ABIGAIL MONTIEL
UNIMEDIOS/ TORREÓN, COAHUILA.- La pequeña Kenia Anahí Muñoz Ramos tuvo que padecer una larga travesía desde la frontera de Coahuila en Piedras Negras hasta Torreón, para finalmente lograr la trasfusión de sangre que evitó el paro cardíaco que estaba a punto de sufrir al registrar niveles de glóbulos rojos, muy por debajo de la media.
La niña fue diagnosticada con Leucemia hace unos meses, pero su madre y su familia pertenecientes a la religión Testigos de Jehová se negaron rotundamente a la trasfusión sin importar la gravedad en la salud de la pequeña.
Tuvieron que viajar más de 600 km a la ciudad de Torreón Coahuila, la madre de menor Adriana Karina Muñoz Ramos, su pareja de nombre David, y la abuela de la niña en busca de otras alternativas médicas que no fuera la trasfusión de sangre, debido a que su religión se los prohíbe.
De inmediato fue internada la niña en el Hospital Infantil de Torreón. Según documentos que ellos mismos portaban, existe una Guía de tratamiento de la Leucemia aguda linfoblástica en Testigos de Jehová, se trata del uso del medicamento llamado Eritropoyetina, que evita las trasfusiones.
La madre de la niña y su pareja, no contaban con que el personal de Trabajo Social del Hospital Infantil de Torreón y los propios médicos, al ver el grave estado de la niña denunciaran estos hechos ante la Procuraduría de la Familia y Protección de Derechos de la entidad debido a la urgencia de la trasfusión de sangre.
Fue gracias a la rapidez de esta injerencia que se logró obtener la orden un juez y a su vez al personal médico, para aplicar de manera inmediata algunas unidades de sangre y estabilizar a la menor.