POR CHRISTYAN ESTRADA
UNIMEDIOS/SALTILLO, COAHUILA.- Proteger a los hijos es un instinto natural de la mayoría de los padres, aunque existen sus excepciones, sin embargo cuando hablamos de cuidados hay parejas que descargan sus frustraciones sobre los menores, afirma la psicóloga Yolanda Amezcua.
“En la sobreprotección nosotros tenemos la idea de que los limites están totalmente rebasados, cuando una persona o padre de familia sobreprotege a su hijo, está haciendo una extensión de si mismo sobre su hijo, y le está quitando la posibilidad de vivir su propia existencia, su propia vida, sus propias experiencias vitales, como la frustración y el dolor que es muy importante” señala.
De acuerdo a Yolanda; se pueden distinguir, padres controladores, permisivos, democráticos y sobre protectores, siendo estos últimos los que representan un mayor peligro para el desarrollo emocional de los infantes.
“Cuando hay una sobre protección aparentemente hay un exceso de amor, yo amo tanto a mi hijo (dicen los padres sobre protectores) que no le permito que sufra, o no le permito que tenga experiencias que le puedan doler o que le puedan causar alguna problema o que él no pueda hacer, y entonces las hago yo; esto es lo que aparentemente se ve, pero en el fondo hay un extremo y profundo rechazo hacia el niño, no es amor, es rechazo” sostiene la especialista.
La psicóloga Yolanda Amezcua señala que muchos padres sobreprotectores, en el fondo rechazan a sus hijos, “El mensaje que se le está dando al niño es tú no puedes, tú no vales, tú no tienes derecho a existir por ti mismo yo te tengo que ayudar; a veces nosotros tenemos un conflicto muy grande con ese niño, porque nos recuerda alguna herida que nosotros tenemos, y también para compensar el rechazo que sentimos hacia el niño, lo llenamos de mucho amor” sostiene.
En muchos casos, los padres sobre protectores, evitan que sus hijos encuentren estrategias para enfrentarse a los problemas de la vida cotidiana y su cuerpo es más propenso a contraer enfermedades “Una de las consecuencias más comunes en los niños sobreprotegidos, son las enfermedades respiratorias como el asma, por que cuando tú respiras, estás llenando tu cuerpo de vida, estás haciendo un intercambio con el mundo externo, y es cuando limpias tu cuerpo, tu sangre, por eso cuando un niño es sobreprotegido; lo que le enseñas es que el mundo es peligroso, la vida es peligrosa, entonces hay un miedo a vivir”.
Los niños sobreprotegidos, carecen de iniciativa, son poco tolerantes a la frustración y esperan siempre recibir mucho, dando muy poco señala Yolanda Amezcua.
“Si estos niños ya convertidos en adultos solamente saben recibir y no pueden dar, los va a llevar al fracaso, a veces hay dependencia, la dependencia es una manera de decirle a otro necesito que me des, y a veces es una arrogancia, te exijo que me des”, explica.
Educar los hijos, es la principal tarea de los padres, que deben de entender que los sueños frustrados, no deben realizarse a través de sus hijos, “Un papa que no es consciente de sus necesidades y que las vive atraves del niño, es peligroso para el niño, un papa que necesita autoafirmarse mediante la función padre y madre, es peligroso para el niño”.
“Cuando un papa está educando con mucha angustia ahí habría que revisar si se está sobreprotegiendo al niño. A lo mejor fueron papas que no recibieron tanto amor y entonces están expresando a través del menor esa carencia” puntualiza Yolanda Amezcua.