POR JESSICA ROSALES
UNIMEDIOS/ SALTILLO, COAHUILA.- Para muchas mujeres el «Día de la Madre» representa una ocasión especial, una tradición en que se aprovecha esta fecha para honrarlas, pero en México hay miles de ellas que no celebran; aquellas que esperan les regresen a sus hijos que fueron desaparecidos de manera forzada, victimas del crimen y de la impunidad, hoy 10 de mayo no tienen nada que festejar.
Para la mayoría es común recibir obsequios, pasteles y hasta reconocimientos, pero ellas las madres de los desaparecidos se sienten invisibles, aisladas, víctimas de la indiferencia de una sociedad pasiva, pues aseguran que nadie que no ha sufrido en carne propia su dolor puede entenderlas, solo esperan que sus hijos regresen, que regresen vivos.
Silvia Rodríguez Ibarra perdió a su hija Claudia de 25 años en junio del 2011, la joven trabajaba de mesera en un casino de Saltillo, un día salió a cenar con su novio y nunca regresaron.
“Yo me puse a buscarla, a ir a preguntar a su trabajo, me imaginaba que estaba con su novio que se había ido con él, pero no porque sucedió que tampoco se había presentado a trabajar, su familia fue conmigo y a partir de eso presentamos la denuncia”, comparte con lágrimas en los ojos.
“Es muy duro y muy triste para uno de madre, haga de cuenta que para nosotros ya no hay fiestas, ni felicidad ni nada, porque con esa tristeza e incertidumbre que no sabe dónde están sus hijos, ¿cree que una va a ser feliz?, ya no es feliz uno, ya lo que queda es cuidar a los otros, porque en un instante cambia todo”, declara Silvia.
Mireya no olvida el día en que unos hombres le arrebataron a sus dos hijos, entraron a su casa y argumentando pertenecer a los cuerpos de seguridad en Torreón, se los llevaron, jamás volvieron.
“Yo tengo mucha esperanza, mucha fe en Dios, que él fue testigo de que fueron por ellos, sin mis hijos deber nada, así como se los llevaron que me los regresen”, señala.
Lourdes Herrera es una de las primeras víctimas de la guerra que el sexenio anterior le declaró a la delincuencia organizada. Comparte con otras madres el dolor de no saber dónde está su hijo Brandon, junto con su esposo y un cuñado, le fue arrebatado cuando tenía apenas 8 años de edad, ahora cumpliría 12, con la esperanza de volverlo a ver mantiene su cuarto intacto como lo dejó antes de irse.
“Ya es suficiente el dolor de tantas madres, para encima desear que la gente nos pueda creer viviendo el mismo dolor. MI mismo amor por él y por mi niña que es mi fortaleza es lo que me mantiene de pie, él (Brandon) no tiene otra mamá que luche por él, Dios me lo entregó, y ahora no me voy a acobardar en esta lucha y voy a seguir buscándolo”.
Ellas son las madres cuyo dolor vive por siempre en su corazón, a miles de ellas las une la esperanza de obtener una justicia divina ante la falta de justicia terrenal.
En México hoy 10 de mayo en que se celebra el día de la madre estas mujeres no tienen nada que festejar.