Por Julián Parra Ibarra
El mensaje que el gobernador de Coahuila, Rubén Moreira Valdez dirigió a los asistentes a la ceremonia del Premio Estatal de Periodismo Coahuila 2012, me parece que vale la pena desmenuzarlo lentamente y analizarlo con mayor detenimiento todavía, con un espíritu crítico que nos permita poder extraer de él lo mejor posible.
El ángulo de la amenaza a la libertad de expresión que padece el periodismo no sólo de Coahuila, sino de todo el país; así como el del intento de intimidación hacia el propio Gobernador como un reto a la autoridad que tiene la obligación y el compromiso de combatir el crimen organizado, lo han abordado ampliamente los principales medios de la entidad, cada quien con su particular punto de vista.
No es fácil que un gobernante traiga y ponga sobre la mesa el recuerdo de los compañeros periodistas asesinados y/o desaparecidos en la entidad, y menos cuando el gremio parece haberlos guardado en el cajón de los olvidos. No es muy común que un mandatario ‘hermane’ de alguna manera la intimidación y amenazas que se ciernen sobre los medios y los periodistas, con las amenazas e intentos de intimidación directos que se lanzan contra el Gobernador.
“La libertad de ustedes está siendo amenazada, y la obligación de nosotros de combatir al crimen está siendo retada”, dijo, y reconoció, y comentó que en el lenguaje que se utiliza durante las entrevistas y en las transcripciones que se hacen en las notas que se publican, se advierten las presiones que los medios reciben de los poderes fácticos.
“Yo no pienso dar un paso atrás en esto”. Esta afirmación fue recibida en el gremio como un compromiso de que en realidad como Rubén Moreira lo mencionó: “Que la preocupación de la prensa sea otra, indagar, investigar, proponer, no cuidarse el crimen organizado”.
Aunque también pidió -y me parece que con todo el derecho, que además es nuestra obligación como medios-, que cuando se tenga una nota como la que ocurrió durante la supuesta manifestación que se intentó montar frente a su domicilio particular, por presuntos ciudadanos monclovenses que aparentemente pedían la salida del Ejército, den a la autoridad la posibilidad de dar su versión, como ocurrió en esta ocasión, en que se reveló el trasfondo y todo lo que estuvo detrás del hecho, y que no fue sino una respuesta muy directa a un reto contundente que el Gobernador lanzó a uno de los grupos delincuenciales.
Pero también vale la pena considerar, sin dejar de lado el espíritu crítico, los señalamientos y cuestionamientos a los gobernantes, abrir los espacios necesarios y suficientes en los medios, para difundir los puntos positivos que tiene el Estado, y que son muchos, para que nos permitan proyectar hacia adentro y hacia afuera, la imagen de un estado en el que con todos sus bemoles, se puede venir a visitar y en el que se puede invertir, acciones únicas que nos pueden provocar derrama económica, generación de circulante y producción de las fuentes de empleo en cantidad y calidad que necesitamos.
Dirían los viejos: nunca hables mal del camello porque después no puedes venderlo. Pero también de pronto esos datos que ofreció el gobernador Moreira y por los cuales los coahuilenses debiéramos sentir un gran orgullo ¿qué tanto son conocidos por los propios coahuilenses?
Todos esos valores que mencionó de: cuál es la ciudad que más carros de ferrocarril fabrica en el mundo, cuál es la ciudad líder mundial de producción de plata refinada en el mundo, del sitio donde está la planta productora de cerveza más moderna de Latinoamérica totalmente automatizada y que es impresionante, y todos esa larga, larguísima lista de etcéteras que por fortuna en ese tenor tenemos en Coahuila ¿Cuántos coahuilenses lo sabemos o lo conocemos?
Creo que debiéramos empezar por ahí, que si queremos ‘vender’ a nuestra entidad en el resto del país y en el extranjero, habría que enseñarle a esos ‘vendedores’ que somos todos los coahuilenses, la calidad y los alcances del producto que queremos vender. Nadie puede ser un buen vendedor si no conoce a fondo el producto que está vendiendo.
Y no, no se trata de decir: ah, lo que proponen es que se oculte lo que pasa en Coahuila -esto es indispensable para que las autoridades locales y federales se avoquen a su solución-. No, no se trata de ocultar nada, tampoco de callar o cerrar los ojos, pero sí de equilibrar un poco y difundir de a poco todas las cosas grandes que tenemos en el Estado, que los medios lo hagamos, para que la gente sepa lo que es su Estado.
Que sepa como dijo el gobernador, que es Coahuila la tierra donde nació la más grande cadena de tiendas de supermercados en México, el Grupo Soriana, en Torreón; que en La Laguna está la cuna de la empresa de productos lácteos más importante de Latinoamérica; que en Monclova se produce la mayor cantidad de acero líquido y se fabrica la más grande cantidad de carros de ferrocarril en el mundo; que en la región sureste se fabrica uno de cada cuatro autos en nuestro país; que este es uno de los estados que cuenta con el mayor número de universidades, y de hospitales de especialidades médicas de todo México, y toda esa larga lista de etcéteras que ya mencioné
¿Usted conoce, por ejemplo la planta del Grupo Modelo en Nava, las instalaciones de Altos Hornos en Monclova, alguna de las plantas automotrices en Saltillo o Ramos Arizpe, o las instalaciones de Peñoles o Lala en Torreón, las impresionantes instalaciones de la carboeléctrica en Piedras Negras?
Por qué no empezamos por ahí, difundiendo y mostrándole a nuestra propia gente los motivos por los que puede y debe sentirse orgulloso de ser coahuilense. Conversé un poco sobre el punto con el gobernador Moreira al final de la ceremonia del Premio Estatal de Periodismo y prometió que le dedicaríamos un espacio para hablar de ello.
Y, otra vez, no se trata de ocultar la realidad, de callarse o manipular las cosas. Se trata solamente de contar también la otra parte de la verdad, la otra cara de una misma moneda. Se puede promover nuestros valores sin dejar de criticar, señalar, cuestionar. Lo cortés no quita lo valiente
julianparra@coahuiltecamedios.com