La postura antinmigrante de Trump y su promesa de construir un muro en la frontera con México, le ha ganado la simpatía de grupos extremistas.
Con información de Agencia EFE
No votar por Donald Trump sería «traicionar nuestra herencia». Así argumentó esta semana David Duke, antiguo líder del grupo supremacista blanco Ku Klux Klan (KKK), su apoyo al magnate inmobiliario en su carrera hacia la Casa Blanca, pese a que el propio multimillonario lo ha rechazado.
Duke, quien fuera el guía de los Caballeros del Ku Klux Klan en Estados Unidos, insistió a sus seguidores para que dieran su voto a Trump y les pidió que incluso se alistaran como voluntarios para su campaña, porque encontrarían afinidades.
Están pidiendo a gritos voluntarios -instó Duke en un discurso dirigido a los simpatizantes del KKK-. Vayan allí, conocerán personas con la misma mentalidad que ustedes».
No estoy diciendo que esté de acuerdo con todo lo relacionado con Trump. De hecho, yo no lo habría apoyado formalmente. Pero sí apoyo su candidatura, y sostengo votar por él como una acción estratégica. Espero que haga todo lo que esperamos de él», reiteró el líder supremacista, quien ya había mostrado sus simpatías por él el pasado verano.
Su reiterada retórica antiinmigrante, la promesa de construir un muro en la frontera con México y su propuesta de prohibir la entrada a EU a los musulmanes, le ha granjeado gran cantidad de adeptos entre los grupos más xenófobos.
No obstante, pese a que en el discurso del lanzamiento de su campaña ya arrancó llamando «narcotraficantes, criminales y violadores» a los inmigrantes mexicanos, Trump rechazó este viernes el apoyo de Duke.
Preguntado por la prensa, dijo no tener conocimiento de que el antiguo líder del KKK hubiera mostrado sus simpatías hacia él, y declinó cualquier acercamiento.
No sabía siquiera que me había apoyado. ¿David Duke me ha respaldado? Lo rechazo, de acuerdo», respondió sin más rodeos el magnate, quien con el apoyo supremacista o sin él, parece estar cada vez más cerca de convertirse en el candidato republicano a las elecciones por la Casa Blanca.
En su reiterada retórica antiinmigrante, la promesa de construir un muro en la frontera con México y la propuesta de prohibir la entrada a Estados Unidos a los musulmanes, el empresario Donald Trump atrajo la atención no sólo de los votantes de la derecha radical, sino también la de organizacione xenófobas de Estados Unidos y el extranjero.
El último en respaldarlo fue Jean-Marie Le Pen, el exlíder de la extrema derecha francesa, quien en su cuenta en Twitter ofreció su punto de vista: “Si fuera estadunidense votaría a Donald Trump… ¡Qué Dios lo proteja!”, escribió.
La semana pasada, David Duke, antiguo líder del grupo supremacista blanco Ku Klux Klan (KKK), dijo que no votar por Donald Trump sería “traicionar nuestra herencia”.
Duke, quien fuera el guía de los Caballeros del Ku Klux Klan en Estados Unidos, insistió a sus seguidores para que dieran su voto a Trump, y les pidió que incluso se alistaran como voluntarios para su campaña, porque encontrarían afinidades.
“Están pidiendo a gritos voluntarios. Vayan allí, conocerán personas con la misma mentalidad que ustedes”, dijo Duke a los militantes del KKK.
“No estoy diciendo que esté de acuerdo con todo lo relacionado con Trump. De hecho, yo no lo habría apoyado formalmente. Pero sí apoyo su candidatura, y sostengo votar por él como una acción estratégica. Espero que haga todo lo que esperamos de él”, reiteró el líder supremacista, quien ya había mostrado sus simpatías por el empresario el pasado verano.
El empresario fue criticado luego de que se le preguntó ayer en el programa State of the Union de la cadena CNN si rechazaba el respaldo de Duke. “Bueno, sólo para que lo entiendan, yo no sé nada sobre David Duke. ¿Ok?”, respondió Trump al anfitrión Jake Tapper. “No sé nada sobre lo que me hablas respecto a supremacía blanca ni los supremacistas blancos”.
En diciembre, Rocky Suhayda, el líder del Partido Nazi Americano, aplaudió el plan del precandidato presidencial republicano para impedir que los fieles del Islam pisaran suelo estadunidense.
Y Andrew Anglin, editor de la página web neonazi The Daily Stormer, escribió un texto titulado “Heil Donald Trump, el último salvador”, en apoyo a esa propuesta.
Al final de su artículo, no contento con su guiño a Hitler, Anglin concluyó parafraseando al propio Trump: “Make America White Again!” (“Vuelve a hacer blanco de nuevo a Estados Unidos”).
Trump también fue criticado por retuitear la frase “es mejor vivir un día como un león, que cien como un borrego”, atribuida al dictador italiano Benito Mussolini. “No pasa nada que sea Mussolini. Es una cita muy buena, muy interesante y la conocía”.
JEFF SESSIONS LE OFRECE SU RESPALDO
El empresario de los bienes raíces, Donald Trump, recibió ayer el apoyo del senador republicano por Alabama, Jeff Sessions.
Se trata del primer legislador que ofrece su respaldo político al aspirante a la Casa Blanca, y ocurre apenas a dos días de las primarias del “súper martes”, en las que más de diez estados votarán para repartir a los delegados que eligirán al candidato presidencial.
“Me complace respaldar a Donald Trump para presidente”, dijo Sessions en un mitin político del empresario en Huntsville, Alabama.
“Le dije a Donald Trump, esto no es una campaña, este es un movimiento,” agregó el legislador, considerado una de las figuras más conservadoras del Senado.
“Creo que el movimiento está en marcha, que no debe desaparecer. Tiene el potencial de escuchar las voces del pueblo estadunidense por un cambio”, aseguró.
La semana pasada, Trump también recibió el apoyo del gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, y el de la exgobernadora de Arizona, Jan Brewer.
En enero, también sumó el respaldo de la excandidata a la vicepresidencia y exgobernadora de Alaska, Sarah Palin.
El apoyo de Sessions es de vital importancia para Trump, que busca consolidar su candidatura en el “súper martes”.
Las encuestas dan ventaja a Trump en todas las contiendas estatales de primarias republicanas a excepción de Texas (donde se reparten 155 delegados), y donde el senador Ted Cruz juega en casa y se espera que mantenga su dominio.
Si Trump consiguiera entre 240 y 300 delegados mañana, quedarían pocas dudas de que se proclamaría líder de la formación de cara a las elecciones