UNIMEDIOS/ TERESA QUIROZ.- Este martes arrancó la Feria del Desierto en su décima edición, donde visitantes locales y foráneos podrán participar en las instalaciones del MUDE, así como en la exposición “Huellas de la Vida”, presentada por primera vez en Saltillo, así lo dijo el Director del museo, Arturo González.
Los visitantes podrán apreciar imponentes dinosaurios robotizados realizados con asesoría de paleontólogos del Museo del Desierto, y con ingeniería mexicana reflejada con el Monstruo de Aramberri, uno de los depredadores marinos más grandes que jamás haya existido, además de dinosaurios como el Acracantosaurio, el Gorgosaurio y un T-rex juvenil, entre otros.
Arturo González, destacó que la exposición «Huellas de la vida» se presenta por primera vez en Saltillo, esta exhibición generada por el Museo del Desierto, mostrará una parte del acervo robotizado de dinosaurios, considerando como piezas estrella, los impresionantes esqueletos de dinosaurios, así como impactantes especímenes fosilizados que permiten conocer más sobre el pasado de nuestro planeta.
Cabe destacar que Huellas de la vida es la exposición más grande del continente americano, es un evento didáctico que difunde el origen de la especie, y busca proteger el cuidado del medio ambiente para prevenir los cambios climáticos, refirió.
Habrá también la exhibición de fósiles de tortuga única para México, exhibición de esqueletos originales de la tortuga Posadachelys cerropueblensis, primer ejemplar único para México con 72 millones de años de antiguedad, misma que se exhibirá hasta el ocho de abril.
Además se podrá encontrar artesanos de la región, productores de bebidas como el sotol, así como de dulces de leche típicos de la zona. Además en los patios del Mude se contará con la presencia de diferentes puestos.
A su vez, el director del museo, indicó que por primera vez, México exhibe para el mundo nuevas especies de dinosaurios, reptiles voladores y marinos a lo largo de todo el recinto que muestra las diferentes etapas de la vida en el planeta.
Con imágenes de Raymundo Bazaldua