Por Astor Ledezma

“A los hombres, domestícalos, con…” es el lema de un comercial que circula por televisión; se promociona un desodorante para mujer que contiene feromonas y promete controlar a los hombres, incluso domesticarlos.

El movimiento feminista tomó relevancia a nivel internacional a principio de los años 1970. En México, aprovechando el espacio editorial en periódicos y revistas de gran circulación, Esperanza Brito divulgó la ideología feminista y defendió de manera acertada los derechos de mujeres en nuestro país. “La lucha no era contra los hombres, sino contra un sistema opresivo y discriminatorio que convierte a las mujeres en seres inferiores a los hombres”.

Fue cuando inició el activismo, el diálogo con  políticos, exigencias y demandas con el fin de alcanzar la igualdad de oportunidades. Una educación sexual a nivel escolar, acceso a información y métodos anticonceptivos y el derecho al aborto libre y gratuito, fueron algunas de sus propuestas.

Con el paso del tiempo y el apoyo del gobierno, se crearon centros de atención para niños y niñas víctimas de violencia, así como de mujeres víctimas de abuso sexual.

El feminismo pretende generar un equilibro entre derechos de hombres y mujeres, señalando aquellas leyes o situaciones que amenazan dicho equilibrio.

El hembrismo, en cambio, se cuelga de la promoción de los derechos de las mujeres, intenta revertir el machismo de forma equivocada y coloca a la mujer en un puesto superior, en una especie de venganza y contraataque al machismo, generando con ello la desigualdad que se pretende erradicar.

Hace un par de años, la directora del Instituto de las mujeres del Distrito Federal, Malú Micher, condenó y exigió la censura de una canción de Alejandro Fernández por considerarla una apología de la violencia. El fragmento que detonó la controversia dice lo siguiente: Unas nalgadas con penca de nopal, es lo que ocupas por falsa y traicionera.

Me pregunto si Malú Micher condenó también las canciones de Paquita la del barrio, pues en ellas se acusa a los hombres de ratas y de inútiles.

Su trabajo al frente de la institución, debió procurar la igualdad de ambos géneros, ser la muestra de que en realidad se busca un trato equitativo, y no buscar la posición de las mujeres por encima de los hombres.

Tanto el machismo como el hembrismo (aún incipiente en nuestro país) son posturas antagónicas a una sociedad que busca la armonía entre los ciudadanos.

Comerciales como el antes mencionado, donde se alega la ventaja de domesticar a los hombres (y la falta de crítica hacia el contenido) confirma el nacimiento de una nueva ideología y un nuevo tropiezo a la apertura de la equidad de género.

Por UNIMEDIOS DIGITAL

Agencia de Noticias fundada en noviembre de 2011 como un medio de información digital. Primer lugar en el Concurso Nacional Coberturas Periodísticas #PeriodistasContraLaTortura en 2022 organizado por Documenta. Dos premios estatales de Periodismo 2016 y 2018 en Coahuila en la categoría de Reportaje.