UNIMEDIOS/ JESSICA ROSALES.- «He aguantado muchas cosas, he aguantado calumnias, he aguantado engaños, que la gente hable sin saber, he aguantado muchas cosas pero esto no se puede aguantar mataron a mi hijo», expresó con llanto el ex Gobernador de Coahuila, Humberto Moreira Valdéz, quien se mostró visiblemente devastado y con el rostro desencajado.
El también ex líder Nacional del PRI, sumido en la tristeza despidió junto con su familia al mayor de sus hijos, José Eduardo Moreira Rodríguez, quien fue asesinado de dos balazos en la cabeza la noche del miércoles en un paraje del municipio de Acuña, Coahuila.
«Espero justicia», expresó tras señalar que habló con el Secretario de Gobernación, Alejandro Poiré con quien acordó reunirse, pues apuntó, que su hijo viene a ser uno de los muertos de esta guerra de los miles de muertos, «es muy triste, lo dio yo ahora en carne propia», sostuvo.
A José Eduardo con 25 años de edad le sobrevive un hijo que aún no cumple el año de edad así como su esposa con quien contrajo nupcias en diciembre del 2010 en la parroquia de Guadalupe en Acuña en donde se realizó la misa de cuerpo presente.
Al lugar asistieron el Presidente Nacional del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, la Secretaria General Cristina Díaz, el Gobernador de Chihuahua, Cesar Duarte, políticos incluso ciudadanos coahuilenses, aunque fue notable la ausencia del Gobernador y hermano de Humberto, Rubén Moreira Valdéz.
«Usted le puede preguntar a quién sea que es lo que hacía aquí en el pueblo y era ayudara los pobres por la formación social. Yo vivo un momento muy triste, habrá momentos de hablar yo espero que se concrete la justicia, que den con los responsables y los castiguen severamente», dijo.
Resaltó que su hijo fue un promotor social que no viajaba en camioneta blindada y vivía en forma sencilla, además expuso que le envió un mensaje 15 minutos antes de su muerte para acordar reunirse el próximo sábado en Saltillo, acción que le fue arrebatada por la delincuencia organizada.