UNIMEDIOS/ Jazmín Hilario.- Mientras que diputados priistas ven con buenos ojos las medidas de seguridad que el Congreso del Estado implementó con el objetivo de resguardar la integridad de los diputados, la bancada panista considera que es una violación a la libertad de expresión que tienen los coahuilenses, además de catalogarlo como una medida ilegal y con fines políticos.
A partir del lunes todo ciudadano que desee entrar al Congreso del Estado, deberá dejar una identificación oficial y tomar un gafete otorgado por el recinto legislativo, además de pasar por un arco de seguridad que detectará la portación de objetos metálicos, así lo dijo Fernando de las Fuentes Hernández, jefe de la Junta de Gobierno del Congreso del Estado.
Por su parte, Mario Dávila Flores, diputado panista, expresó que esta medida ha sido tomada como respuesta a las diferentes manifestaciones que los coahuilenses han realizado, donde exigen información sobre el estado financiero de Coahuila a los diputados priístas.
“A mí me parece que están limitando las libertades de los ciudadanos, el hecho de tener que pasar por un arco de seguridad, sobretodo, siendo el Congreso una entidad pública y donde las sesiones por ley son públicas, desde nuestro punto de vista esto obedece a un tema político”, sostuvo Mario Dávila Flores, diputado panista, quien mostró su desacuerdo, argumentando que tales medidas no se implementaron cuando las protestas eran a favor del PRI.
El líder del PAN, Carlos Orta Canales, se sumó a la causa y señaló: “El miedo no anda en burro, acuérdense que el Congreso es un lugar público donde muchos ciudadanos buscan manifestarse de una manera pacífica y ordenada y se les está coartando la entrada, creo que están siendo bastante rígidos, entiendo la seguridad de quien rendirá protesta el próximo jueves”, declaró.
Además, consideró que estas medidas son una violación a los derechos de los coahuilenses, ya que los ciudadanos son quienes eligieron a los diputados y ante ello merecen ser escuchados en cualquier momento, aunque se trate de la toma de protesta del próximo gobernador de Coahuila, Rubén Moreira Valdez.
Por otro lado, el diputado priista, Enrique Martínez Morales consideró que esta medida se tomó en virtud de diversos acontecimientos que se han realizado en el Congreso, justificando que en otros estados de la república es indispensable una acreditación para estar dentro de las sesiones.
“Definitivamente a la sala de sesiones en el Congreso de la Unión nadie puede entrar más que los diputados, no dejan de ser públicas, el problema es cuando ya algunas personas vienen y atentan contra la seguridad de los diputados, el problema es cuando ya se interrumpe el trabajo legislativo, cuando ya no nos dejan trabajar y se ponen a tocar instrumentos arriba del pleno”, sostuvo Martínez Morales, quien añadió que las medidas van dirigidas a la protección de los diputados y de la Institución.
Otro de los priistas que se sumó a estos preceptos, fue el diputado Francisco Tobías, quien calificó el hecho como una medida adecuada, ya que la libertad de expresión que aseguraban tener los manifestantes, cayó en libertinaje desde el momento que comenzaron a violentar a los diputados.
“Desafortunadamente hay grupos de personas que convierten su libertad en libertinaje, es la soberanía del Estado y con eso no podemos darnos el lujo de que suceda algo en el pleno del Congreso”, argumentó Tobías Hernández y agregó que para realizar alguna petición, la ciudadanía puede acudir a las oficinas de los diputados y exponer ahí sus peticiones.