Por Astor Ledezma
En tiempos de campaña ha surgido un movimiento “apartidista” llamado #Yosoy132, cuyo objetivo es mostrar su repudio hacia cierto candidato y su partido político.
Lo bueno es que son apartidistas.
Los integrantes, en su mayoría jóvenes, llevan su afición a niveles radicales, al apasionamiento, al grado de apoyar y defender a su candidato de cualquier ataque de los adversarios, como lo haría un fanático religioso al defender a su dios.
Porque hay que señalarlo, a pesar de ser un supuesto movimiento imparcial, sus integrantes (la gran mayoría) apoyan a López Obrador.
Al ser las redes sociales su principal espacio de acción, adoptan la figura del troll, atacando de forma agresiva a cualquier usuario que muestre simpatía por un candidato distinto al suyo.
Se definen de izquierda, y como tales consideran tener una inteligencia mayor a la del común de la población. Se dicen “informados”, dando a entender que el resto de los ciudadanos (que no coincidimos con su postura) no lo estamos.
Si hablas a favor de su proyecto, eres una persona con una “conciencia política saludable”. Si lo criticas, eres ignorante, estás vendido, o eres parte de una “guerra sucia”. Creen que nadie, en su sano juicio, podría cuestionar a su candidato.
Las manifestaciones que se han llevado acabo en distintas ciudades bajo ésta bandera,
se ven envueltas en agresiones físicas y verbales, poniendo en entredicho el pacifismo que tanto predican.
Los jóvenes, a pesar de presumirse informados, cayeron en la trampa. Ahora su imagen en las calles forma parte (quizá sin saberlo) de la campaña de López Obrador, y contribuyen a la guerra sucia que tanto criticó en el 2006 y que ahora utiliza para ganar algunos puntos. Para muestra, basta con ver el nuevo spot del PRD, donde aparecen los jóvenes como simples huestes de su partido.
Tal vez las intenciones eran buenas: estar en contra de un candidato y de las televisoras, era para estos universitarios un ejercicio del “buen ciudadano”, sin embargo les falló el sentido común, y no pudieron (o no quisieron) evitar que el PRD se colgara de su movimiento y lo adoptara como símbolo oficial de su campaña.
A estos jóvenes se les recordará como simples militantes de un partido político de seudo izquierda. Nada más.
@ledezma_astor