¡Feliz cumpleaños!

Con todo cariño, para mi amigo Chuy Aviña, quien con un gran valor está convaleciendo de la delicada intervención quirúrgica a la que fue sometido el pasado martes. Animo, amigo, te tenemos en nuestras oraciones

Por: Julián Parra Ibarra

En 1963, andaba yo cumpliendo mis primeros dos años de edad. La verdad es que no lo recuerdo, pero sacando cuentas, sé que en mayo de ese año acumulé el primer par de primaveras.

Pero sí sé, a través de los libros y de las investigaciones, que aquél fue un año muy trascendente en todo el mundo, y que quizá para los más jóvenes algunos de los ejemplos que les daré y los nombres que mencionaré no les dirán mucho. Pero para los que peinamos canas o de plano ya ni eso peinamos, sé que les removerá algunos recuerdos de nostalgia.

Por ejemplo en hechos que resultaron muy dolorosos para muchas personas en todo el mundo, ese año en junio falleció Juan XXIII, uno de los papas más queridos. Otra muerte que sacudió a una buena parte del planeta, fue el asesinato en el mes de noviembre, del presidente número 35 de los Estados Unidos, John F. Kennedy, en Dallas, Texas, en uno de los grandes magnicidios de la historia.

Aquél lejano 1963, sin embargo, registró algunos otros hechos no tan trágicos y, por el contrario, algunos de ellos muy positivos, y vuelvo a los ejemplos:

Ese año se dio el cierre de la prisión federal de la isla penitenciaria de Alcatraz en la Bahía de San Francisco en los Estados Unidos, famosa porque albergó a los más tristemente célebres delincuentes en el vecino país del norte. Quizá su huésped más famoso fue Al Capone.

En el mes de junio de aquél año, se abolió la esclavitud en Arabia Saudita; en diciembre Kenia logró su independencia del Reino Unido; en Etiopía se

reunieron en mayo los líderes de 32 naciones africanas, para crear la Organización de la Unidad Africana, un organismo que les permitiría tener una voz unida por primera vez en la historia de África.

También en junio, la rusa Valentina Therechkova, se convirtió en la primera mujer en viajar al espacio, orbitó varias veces en derredor de la tierra en la nave ‘Vostok 6. Y en un hecho entre anecdótico y gracioso, se perpetró el conocido como ‘el mayor robo de la historia’ cuando asaltantes armados robaron el tren correo Glasgow-Londres, para llevarse consigo dos millones 600 mil libras esterlinas.

En el mes de abril –justo el día 7-, en Yugoslavia, Josip Broz ‘Tito’, fue declarado Presidente vitalicio de la República, ejerciendo el poder de forma dictatorial, lo que se prolongó hasta el momento de su muerte en 1980 a los 88 años de edad.

¿Recuerda usted aquél famoso discurso de Martin Luther King, sobre su sueño de libertad racial en los Estados Unidos en el Lincoln Memorial de Washington D.C. ante cerca de 250 mil personas, pronunciado como una parte culminante de su incansable lucha por la igualdad racial?

«Tengo un sueño… Mi sueño es que un día esta nación resurja y viva según el verdadero sentido de su credo, asentado en la evidente verdad de que todos los hombres han sido creados iguales. Mi sueño es que un día, en las amarillentas colinas de Georgia, los descendientes de los esclavos de otros tiempos y los de sus antiguos propietarios se encuentren juntos, sentados en la mesa de la fraternidad. Mi sueño es que también un día el Estado de Mississippi, hoy atormentado por la violencia de la injusticia y de la opresión, se transforme en un oasis de paz y de justicia».

Quizá ese fue uno de los hechos más emotivos de ese año. Ese discurso, fue leído por Luther King a finales de agosto.

En ese histórico año, también, en la ciudad de Saltillo, la capital del estado de Coahuila, vio la luz por primera vez el periódico El Heraldo de Saltillo, pionero de los diarios en la capital del estado.

Como dijera Luther King en aquél histórico discurso: “1963 no es un fin, sino el principio”. Y así lo fue para El Heraldo, porque aquél año fue apenas el principio de una historia que este domingo 7 de abril llega a sus primeros 50 años de vida. Y los que faltan.

Por ello, me congratulo y me enorgullezco de pertenecer al equipo de colaboradores de este gran diario.

Por ello hoy ante la imposibilidad de hacerlo físicamente –porque además muchos hoy ya no están- quisiera aprovechar este espacio para enviar una gran felicitación y un enorme abrazo fraternal a todos los que han desfilado y pasado por este diario, patrimonio de todos los saltillenses.

Todos los que están o estuvieron algún día, aportaron su granito de arena para que los que tenemos la fortuna de participar en El Heraldo, conservemos la oportunidad de seguir publicando en sus páginas.

El Heraldo debe ser colocado y considerado como una de las empresas ícono de la capital. No todos los días se cumplen 50 años. No cualquier empresa en Saltillo o en cualquier parte del mundo, puede presumir de llegar a su 50 aniversario, menos en estos tiempos de vaivenes económicos y todavía menos si se trata de un medio de comunicación.

Por eso hoy me felicito, y felicito a mis grandes y queridos amigos Paco y Lalo de la Peña, a Don Francisco, su señor padre, porque este domingo 7 de abril –igual que el día que salió el primer ejemplar, el 7 de abril, pero de 1963-, habrá que colocar los manteles largos, colocar las más selectas viandas y sacar las botellas de buen vino lentamente añejado, llenar las copas y brindar.

Porque esta es una ocasión especial: El Heraldo de Saltillo, este joven de 50 años, está más fuerte que nunca. ¡Felicidades! jparrai@yahoo.com.mx laotraplana@gmail.com