Por Víctor S.Peña
Enero de este año, cerró con una noticia que suponía un final de escándalo: allá en Toluca, la Policía Federal detuvo a dos personas con 25 millones de pesos en efectivo que llevaban en una maleta y una mochila de viajero. El dato curioso –además, por supuesto, de la cantidad- es que las personas se ostentaron como funcionarios del gobierno veracruzano de Javier Duarte.
Para todos los mal pensados, el gobierno del Veracruz tiene respuestas: cómo podría ser de otra manera.
Pasó el tiempo y resultó que todo se trató de un mal entendido. La PGR acaba de regresarle el dinero al Gobierno de Veracruz, intereses incluidos.
Aceptando lo poco común del mecanismo de pago, se juró en varias ocasiones que todo lo hecho está dentro de todas las leyes. En diferentes medios, por si hiciera falta, se citaron artículos específicos y leyes como para que se sienta mal todo aquél que piense que ese dinero tenía, o procedencia o destino ilícito. Algunos funcionarios renunciaron, pero eso tampoco debiera significar demasiado.
Quedan muchos cabos sueltos, sin embargo. Perece que no hay registro en directorio alguno de esos hombres de toda la confianza de Duarte, de su equipo o –por qué no decirlo-, del pueblo entero de ese Estado (mira que confiarle a cualquiera esa cantidad para que, en avión de uso exclusivo, lo traslade en efectivo a media noche). Tampoco queda claro por qué no se prefirió una transacción electrónica (a poco a la empresa no le hace mella el impuesto por depositar en efectivo… ¿o no piensa depositarlo?) o por qué las facturas de la empresa a la que presuntamente iría el dinero se expidieron con fecha posterior a la del día en que se entregaría el dinero. Y un largo etcétera.
¿Qué hacer al respecto?
El último día de diciembre de 2008 se publicó la Ley General de Contabilidad Gubernamental. En ese momento se consideró todo un avance: involucraba a los gobiernos de los tres órdenes y organismos autónomos. Era la solución a todos los males pues no habría, como en el caso de Veracruz, prácticas poco comunes. De que todo se hiciera igual para entenderle a la no sencilla contabilidad gubernamental, de eso se trataba.
Acciones poco comunes en la contabilidad, producen descontrol. El descontrol cobija gastos innecesarios y nula certeza de quién se llevó qué. Luego tenemos deudas, que nadie puede explicar, y dudas, que no terminarán.
La Ley entró en vigor el 1 de enero de 2009, pero algunas de sus partes debían cumplirse en fechas posteriores. Al día de hoy, se ha llegado a varias de esas fechas sin que sea claro el cumplimiento que le han dado los diversos sujetos obligados. La última fecha mencionada en transitorios es el último día de este 2012.
Una de las primeras acciones producto de la Ley, fue la instalación del Consejo Nacional de Armonización Contable, instancia que daría seguimiento a la implementación. ¿Y qué ha pasado? Pues poco. Tan poco que ahí tenemos una transa-acción como la de Duarte.
Allá en enero de 2009, en esa instalación del Consejo Nacional de Armonización Contable, el presidente Calderón dijo: “El ideal de la transparencia de una administración, en materia de finanzas, es que cada mexicana y mexicano sepa a dónde llega y, especialmente, en que se gasta cada peso con el cual contribuye al gasto público en cumplimiento de nuestros deberes”. Ojalá no sean palabras que se lleve el viento.
Información en la red de redes:
- Si alguien quisiera intentar encontrar algún comunicado oficial del Gobierno de Veracruz sobre el asunto de los millones en maleta, la página de la Coordinación General de Comunicación Social está aquí http://bit.ly/AxBVer
- Sobre el Consejo de Armonización Contable, recomiendo visitar la página http://www.conac.gob.mx
- El discurso completo del Presidente Calderón cuando se instaló el Consejo de Armonización Contable puede leerse en http://bit.ly/xzBESn
@victorspena
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