tinteroEn el tintero

          Por Jessica Rosales

“No te metas con mis hijos” y “si no tienes papá o mamá, no tienes familia” son algunas de las frases que impulsan la campaña de un organismo que se ha hecho llamar Frente Nacional por la Familia.

Cuando escucho las posturas a favor y en contra del matrimonio igualitario no puedo más que ser tolerante y entender ambas expresiones, ya que es parte de lo que exijo a diario: libertad de expresión. Tengo que predicar con el ejemplo.

Pero cuando estas frases comenzaron a publicitarse por lo largo y ancho del país, un nuevo sentimiento me invadió. No hay emoticón en ninguna red social ni palabras que puedan describir lo que siento.

Soy madre soltera y no concibo que una situación sentimental o civil dañe el ánimo de nuestros hijos. ¿Cómo el que no tenga papá o mamá le quita a un niño el derecho a sentirse parte de una familia?

Divorciados, viudos, viudas, madres solteras, niños que viven con sus abuelos, y, ¿por qué no?, hogares homoparentales, parejas del mismo sexo al unirse en concubinato o en matrimonio, también son una familia.

¿Por qué el hecho de que dos personas formen un hogar en pareja significa que se metan con tus hijos? Tú, intolerante y homofóbico, escudado cobardemente en una mala interpretación de la religión, sí te metes con mis hijos cuando te atreves a decir que la ausencia de padre o madre significa que no tienen familia.

Mi buen amigo, el regidor del PRD, Alfredo Martínez Guajardo, decía: “No conozco a ningún homosexual que haya decidido esa preferencia porque procede de un matrimonio igualitario”. Todos, homosexuales y heterosexuales, procedemos de un papá y una mamá. Tiene toda la razón. Negar un derecho no extinguirá a la comunidad gay, sólo nos hace una sociedad intolerante.

Soy católica y me gusta mi religión. “No tener papa y mamá es antinatural”, argumentan los opositores en una convenenciera interpretación de la Biblia ¿Que la Biblia no habla de la poligamia?  Salomón tuvo 700 esposas y 300 concubinas (1 Reyes 11:3). Según la sociedad, eso es inmoral, pero la Biblia lo dice.

“Amor es amor” y “Todos somos familia” son los lemas de la comunidad gay para defender y seguir la lucha por sus derechos. Y señalan: “Si no estás de acuerdo con el matrimonio gay, pues no te cases con un gay”.

Un día entrevisté a dos mujeres, una pareja de lesbianas, les pregunte lo obvio: ¿Cómo manejan con sus hijos –gemelos, por cierto– la ausencia de un padre? La respuesta, sinceramente, me impactó: “Ellos no pueden extrañar algo que no conocen”.

El matrimonio igualitario no es un tema de religión o de moral, es un tema de libertades, es un derecho que busca este grupo de la población no por organizar una gran fiesta para su boda. No, ellos buscan acceder a seguridad social y tener certeza jurídica, como cualquier pareja heterosexual.

En Saltillo, en marzo de 2014, Alfredo Cisneros de la Rosa murió porque la autoridad municipal no le expidió la carta de concubinato y no pudo acceder oportunamente a un servicio de salud. Un evidente crimen de odio.

Por UNIMEDIOS DIGITAL

Agencia de Noticias fundada en noviembre de 2011 como un medio de información digital. Primer lugar en el Concurso Nacional Coberturas Periodísticas #PeriodistasContraLaTortura en 2022 organizado por Documenta. Dos premios estatales de Periodismo 2016 y 2018 en Coahuila en la categoría de Reportaje.