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La Soltera Godínez

Super Mario Bros y la mirada a la nostalgia

A mis hemanas Sué y Ale que crecimos con Mario y Luigi
A mi sobrina Ginger, que ahora también los conoce

«Mientras estemos juntos nada ni nadie podrá hacernos daño», le dice Luigi a Mario en uno de los momentos cumbres de la película «Super Mario Bros» que se estrenó a inicios de abril.
En ese momento, la emoción contenida se desbordó en unas pequeñas lágrimas, ya no pude aguantar más, extrañé a mis hermanas. Me pregunté en varias ocasiones si yo fui la hermana que esperaban cuando éramos niñas, porque para mí si lo fueron. Aunque muchas veces no se los demostré.

De pronto nos vi a ellas y a mi jugando con la primera consola de Nintendo que tuvimos. Era el primer juego de Mario, todo plano, sencillo, nada de tercera dimensión, ni super poderes, los únicos super poderes que tenía Mario era que nos reunía muchas tardes alrededor de la consola.
En ocasiones nos acompañaba mi papá a vernos «jugar», pero a él le divertía más el «Tetris» : era bueno en ese juego y solo Ale y Sué le daban batalla. Al igual que otro juego de Ajedrez.

Desde el inicio de la película, nos van apareciendo guiños a cada una de las historias que ha vivido Mario y su hermano Luigi desde su lanzamiento en 1985.
Un deleite para las nuevas generaciones y una mirada a la nostalgia para quienes crecimos con los hermanos que atravesaban mundo tras mundo en busca de su princesa, que «siempre estaba en el castillo siguiente».
Es también un abrazo a esa niña interior, a ese niño interior, cuando se encuentra Mario con Toad, el champiñón quien lo lleva a la princesa peach, a esa princesa que conocemos desde hace casi 40 años.

¿Cuántas noches no nos desvelamos desafiando todos los niveles en busca de la princesa? ¿Cuántas veces no nos enojamos porque Bowser, el rey de los Koopa, nos ponía en situaciones muy díficiles?
Pero Mario siempre salió adelante. No lo hizo solo, siempre fue con Luigi, y en el camino se encontró con varios personajes que fueron ayudándolo como el Toad y el recordado Yoshi, que para muchos, es uno de los personajes más entrañables.

Los mensajes fueron claros, la importancia de la relación entre hermanos así como el trabajo en equipo para derrotar al mal.
La necesidad de entender que siempre habrá batallas por lidiar, pero que en lugar de achicarnos, debemos sacar el coraje para vencer.
En los videojuegos así como en la película, Mario adquiere distintos super poderes: por ejemplo cuando se come el champiñón del crecimiento, o cuando se convierte en gatito o cuando toma una estrella y se hace invencible.

Pero el super poder que tiene Mario es el coraje interior, el no darse por vencido, de luchar hasta el final. Eso me parece importante no perderlo de vista.
Por otro lado, la película hace un guiño muy interesante a la música que se escuchaba en la época en que nació el videojuego, con las canciones «Holding for a hero» de Bonnie Taylor y «Take on me» de A-Ha que salieron a la luz en 1984 y 1985 respectivamente.
Y con esa música de los ochentas, nuestros personajes principales acompañados de Donkey Kong, Cranky Kong, entre otros, recorren el arcoiris de la nostalgia en busca de la princesa Peach, hasta llegar al siglo XXI.

De aquellos túneles, bolas de fuego, escaleras en el aire, cajas sorpresa, plantas carnívoras, el reino de los champiñones, batallas con Donkey y Cranky Kong, la maldad de Kamek y muchos detalles más, los personajes caminan hacia los últimos videojuegos de Mario como el Super Mario Bros Deluxe que aparece en la consola más reciente de Nintendo, Nintendo Switch.
Las pistas de arcoiris en tercera dimensión, las carreras de autos con más personajes, la elección de los vehículos (con casco y toda la cosa) van ubicando al personaje en la historia y en los videojuegos que ha superado.

Pero perdonénme.

No he hablado de la princesa peach y de Bowser. En todos los videojuegos siempre tuvimos miedo al rey de los Koopas, pero nunca le pusimos mucha atención. Solo teníamos que vencerlo a como diera lugar. Nunca nos importó, o al menos a unos cuántos, que estuviera enamorado de la princesa y que se agarraría de cualquier artimañana para quedarse con ella.

Pero, ¿quién piensa en Bowser y en su necesidad de amar detrás de todo ese poderoso reino y ese invencible caparazón? ¿Será que siempre hay una historia detrás de cada villano? ¿Será que realmente los villanos son seres atormentados que necesitan un poco de cariño?

Y en otro lado, tenemos a la princesa peach, que fue coronada como soberana de su reina, pero que también le perdió miedo al enemigo y sabe combatir.
La princesa peach no solo es una chica rubia con vestido rosa y un reino, es una princesa que sabe luchar, y que es capaz de encarar cualquier adversidad. Esas son las princesas de ahora, las que cambian los vestidos por el coraje para salir a luchar.