columna-julian-200x90Por Julián Parra Ibarra

Durante los últimos años, México ha sido considerado uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo. Quizá en la década anterior, los grupos de la delincuencia organizada se convirtieron en los principales agresores, sobre todo en casos de homicidio o desapariciones, en contra de compañeros del gremio.

Sin embargo en tiempos más recientes, las agresiones –sean verbales o físicas-, han provenido de políticos, funcionarios y gobernantes. Veracruz es quizá el estado que mayor número de periodistas a expulsado, y quien es señalado como el principal opresor y hostigador, es el gobernador Javier Duarte, pero de pronto los casos se han ido multiplicando en cualquier cantidad de puntos de todo el país.

Apenas el pasado día 4 una compañera periodista del periódico El Heraldo de León –Karla Silva- fue atacada artera y cobardemente por un grupo de delincuentes amparados en sus armas blancas y su mayoría porque sólo en grupo se animaron a atacar a la reportera en las oficinas del diario en Silao, municipio al que está asignada para su cobertura.

Hoy sabemos que, según el Procurador de Justicia de Guanajuato, Carlos Zamarripa Aguirre, el presunto autor intelectual de la agresión física de Karla, es el ahora prófugo ex director de la Policía Preventiva de Silao, Nicasio Aguirre Guerrero.

Apenas unos días atrás, el dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero, virtualmente endosó todos los males de Acción Nacional a los periodistas, sin admitir uno solo de los errores o las fallas que les llevaron a un acelerado desgaste tras dos sexenios en Los Pinos, y sin admitir que los principales ataques y filtraciones, pleitos y acusaciones, han provenido desde el interior de su mismo partido.

Cuando un funcionario por menor que sea se mete en honduras por la rapidez de su lengua y la incontinencia verbal que suelen tener cuando ven o sienten enfrente suyo un reflector, una cámara o una grabadora, suelen recurrir a los lugares comunes de: me malinterpretaron (los periodistas) mis declaraciones, las sacaron de contexto, tergiversaron mis palabras. Pero jamás, hay un reconocimiento de que se han equivocado ellos, y los culpables son los periodistas.

En Coahuila –en Piedras Negras, en Torreón y en Saltillo- los periodistas hemos padecido episodios dolorosísimos con el asesinato o la desaparición de compañeros del gremio, y ello nos hace tener la sensibilidad a flor de piel cuando se avecina un agresor o se da un ataque a alguno de nuestros compañeros.

En los días recientes, Jessica Rosales y varios periodistas de distintos medios, han venido padeciendo los insultos, el acoso y las amenazas de quien fuera líder del efímero –gracias a Dios- Partido Progresista en Coahuila, quien desde el mismísimo proceso electoral mostró el ‘código de barras’.

Una parte de los ataques y hostigamiento en contra de Jessica y demás compañeros, están documentadas porque se realizaron a través de Facebook.

El asunto ya está en conocimiento y manos de dependencias e instituciones como la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Cometidos en agravio de Mujeres y Periodistas, la Fiscalía Especial para la Atención de los Delitos cometidos contra la Libertad de Prensa, la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Coahuila, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, y la Procuraduría General de Justicia de Coahuila.

En un estado en el que si algo se promueve es el respeto a los derechos humanos, de las mujeres, de los niños, de las familias de los desaparecidos, de las personas de la tercera edad, de las parejas del mismo sexo que ahora en nuestra entidad pueden ya contraer matrimonio con todos los derechos y obligaciones que las parejas heterosexuales, e incluso tienen el derecho de adoptar, uno espera que también se respeten y garantices los derechos de los trabajadores de los medios de comunicación.

Las amenazas y hostigamiento no son contra Jessica Rosales o los medios que ella representa –la Agencias Unimedios y Radio Capital-, no; éstas son contra todo el gremio. No son contra los periodistas de Saltillo. No, son contra los periodistas de Coahuila, de todo el país, de todo el mundo, y este tema se tiene que llevar a las más altas tribunas de México y el mundo, con organizaciones de periodistas, con organizaciones defensoras de los derechos humanos, con organizaciones de activistas.

Un gobernador como el que se tiene en Coahuila, no puede –ni debe- permitir que se hostigue, se atente y se amenace a ningún periodista de la entidad, porque finalmente nuestra compañera no está sola #TodossomosJessica.

Seguro estoy que el gobernador Rubén Moreira ya habrá tomado nota y cartas en el asunto. Seguro estoy que ya ha instruido al Procurador Homero Ramos Gloria. Seguro estoy que el secretario de Gobierno, Armando Luna Canales, está atento y al pendiente del desarrollo de este caso, y que como consecuencia de todo esto, se siente un precedente y actúen conforme a derecho. Los periodistas de Coahuila no pedimos nadamás, pero tampoco nada menos.

Ojalá que tomen las providencias para que no pase como suele suceder cuando hay indiferencia de las autoridades, que la espiral de la violencia escala a niveles cada vez más preocupantes. El caso de Karina Silva en Silao debe de servirnos de ejemplo a todos para evitar que una agresión tan cobarde como brutal, se pueda registrar en Coahuila.

Porque finalmente, no es casual que se diga que el gran problema de nuestro país no es la corrupción sino la impunidad.

A Jessica Rosales y a todos los compañeros de los medios de Saltillo en estos momentos complicados, va junto con un abrazo cariñoso, toda la solidaridad y respaldo del gremio en La Laguna.

Esta es la única forma que tenemos para defendernos de los ataques de donde éstos provengan, porque ayer fueron grupos de la delincuencia organizada nuestros principales agresores, pero hoy son políticos de cualquier nivel, funcionarios y gobernantes los autores de las agresiones.

Y como que ya es tiempo de que así como a través de nuestros medios defendemos los derechos de los que menos tienen, y damos voz a los que no la tienen, ya es momento de que velemos y exijamos el respeto a los propios, de levantar la voz. Porque como que ya estuvo suave de que a todos tiros, al gremio periodístico nos agarren de sus ‘puerquitos.

laotraplana@gmail.com

Twitter: @JulianParraIba

Por UNIMEDIOS DIGITAL

Agencia de Noticias fundada en noviembre de 2011 como un medio de información digital. Primer lugar en el Concurso Nacional Coberturas Periodísticas #PeriodistasContraLaTortura en 2022 organizado por Documenta. Dos premios estatales de Periodismo 2016 y 2018 en Coahuila en la categoría de Reportaje.