Una de las dependencias municipales con mayor suerte, hablando en el tema mediático, es la dirección de Ecología. A pesar de las especulaciones de la salida de Jorge Candelas, en noviembre pasado, lo cierto es que el ex funcionario decidió por voluntad propia salir de la administración de Isidro López Villarreal, aunque hubo quien aprovechó para llevar agua a su molino y utilizarlo como chivo expiatorio frente a reales actos de corrupción, en otras áreas.
Pero no le ayuda mucho que el alcalde no haya decidido dar el nombramiento oficial a Pedro Valdéz Moncada, quien sigue como encargado de la dirección, a pesar de que ha entregado buenos resultados, y lo más importante, se ha mantenido fuera de la polémica de la que muchos funcionarios no pueden presumir.
Si el alcalde no actúa rápido la octava tormenta invernal que congeló gran parte de Saltillo, no serán nada comparado con lo que se pronostica para el alcalde y la dirigencia del PAN en Coahuila ¿Por qué?
Resulta que hay dos personajes que se han autonombrado directores del área: uno de ellos, es Graciela Garza Arocha, quien, aunque es muy amiga de la senadora del PAN, Silvia Garza Galván -pues ambas fueron compañeras en la Universidad de Nuevo León-, es priísta de hueso colorado.
La tricolor fungió como directora de Ecología en la administración de Fernando de las Fuentes Hernández y 25 años fue subdelegada de Semarnat hasta la llegada de Vicente Fox a la Presidencia de la República, quien inició la limpia en las delegaciones federales.
Panistas de cepa han advertido que, si el alcalde Isidro acepta la recomendación de Silvia Garza para nombrar a su amiga de universidad, -porque fue la propia legisladora quien entregó en manos del alcalde el curriculum de la tricolor-, armarán una revolución incluso ante la dirigencia del PAN, pues se preguntan ¿qué méritos ha hecho en el blanquiazul como para merecer de buenas a primeras un puesto?
El otro apuntado; es el fotógrafo Daniel Garza, cuya única experiencia en el área es tomar gráficas de hermosos paisajes naturales y la publicación de un libro al respecto. Daniel es hijo de Rodolfo Garza y Gloria Tobón, activistas de la Asociación de Usuarios del Agua quienes, desde la constitución de Aguas de Saltillo, han criticado las acciones de la paramunicipal.
El temor es que Daniel utilice el chantaje para negociar con el alcalde su nombramiento a cambio de terminar con las críticas hacia Agsal, lo cual dejaría muy mal parados a los activistas en Saltillo, quienes nunca han cesado su lucha por echar abajo el contrato con los españoles.
Finalmente, tenemos a Pedro Valdés Moncada; primero, panista de cepa, cuya experiencia se registra con 10 años como Subdelegado de auditoria ambiental en Profepa, encargado de la delegación en 2007, 2008 y 2009.
Es miembro del Comité de Pueblos Mágicos en el área ambiental de Parras y Cuatrociénegas; y fue Subdirector de Contaminación y Gestión Ambiental durante 2 años en la dirección de Ecología, hoy encargado de la Dirección.
Con la experiencia frente al cargo, el alcalde debería apresurar su nombramiento antes de que se vengan vientos gélidos en ésta área, pues nadie le cuestionará la decisión de que sea Pedro, uno de los militantes más antiguos, pero sobre todo que sí tiene trabajo al interior del PAN quien obtenga el cargo; algo contrario a lo que podría ocurrir con los otros dos prospectos.