El presidente de EU asegura que es momento de mirar hacia el futuro y llama a los cubanos a reconciliarse entre sí, especialmente con los exiliados.
Con información de Agencias
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llamó hoy a Cuba a olvidar el pasado y concentrarse en el futuro, durante un discurso de tono conciliador en el Gran Teatro de La Habana.
Es hora ya de olvidarnos del pasado. Miremos el futuro, un futuro de esperanza», declaró Obama en la recta final de su alocución y ante la presencia de su homólogo cubano, Raúl Castro y los principales funcionarios de su gobierno.
Vine aquí a dejar atrás los últimos vestigios de la Guerra Fría. Vine aquí extendiendo la mano de la amistad al pueblo cubano», afirmó.
En un mensaje dirigido expresamente a Castro, el presidente estadunidense dijo que no debe temer ni a los Estados Unidos ni a las voces diferentes del pueblo cubano.
No debe tener miedo de una amenaza de Estados Unidos (…) ni tienen que temer las voces diferentes del pueblo cubano», expresó Obama.
El mandatario norteamericano también hizo énfasis en que los cubanos debe buscar la reconciliación, especialmente entre los hijos y nietos de la revolución con los hijos y nietos de los exiliados.
Esa reconciliación del pueblo cubano (…) es fundamental para el futuro de Cuba», indicó.
Obama reiteró su oposición al embargo económico que aún pesa sobre la isla desde hace más de 50 años.
Aseguró que la política de aislamiento que ha aplicado Washington contra La Habana no tiene sentido y sólo representa una carga obsoleta para los cubanos.
El futuro de Cuba tiene que estar en las manos del pueblo cubano», dijo Obama en español.
Los Estados Unidos no tienen nila capacidad ni la intención de imponer cambios en Cuba, los cambios dependen del pueblo cubano».
Millones de cubanos dentro y fuera de la isla siguieron su discurso desde el Gran Teatro de La Habana, el mismo lugar donde el anterior presidente estadunidense que visitó la isla, Calvin Coolidge, dirigió palabras a este pueblo en 1928.
Más tarde, Obama se reunirá con un grupo de disidentes, algo inimaginable antes de que los otrora enemigos acordaran, en diciembre del 2014, acabar con más de medio siglo de hostilidades diplomáticas recíprocas.