POR JESSICA ROSALES

UNIMEDIOS/ SALTILLO, COAHUILA.- “A mí me gustaría que Dios hiciera un milagro por todos los enfermitos y que nos cure, nos sane” fue el deseo que pidió Dulce, una pequeña de 7 años de edad, que hoy padece cáncer.

En la celebración del Día del Niño,  cientos de pequeños apoyados por la Asociación Niños con Leucemia de Saltillo, dejaron las agujas, transfusiones de sangre y la quimioterapia, para olvidarse -aunque sea por un día-, de los dolorosos tratamientos para jugar y disfrutar esta fecha.

Casos desgarradores parecieran no existir tras la sonrisa de los niños ansiosos por recibir sus regalos, pegarle a la piñata y comer el pastel,  algunos de ellos con tapabocas, el poco cabello y cejas que les ha dejado la quimioterapia.

Son pequeños guerreros que enfrentan una batalla en la que dejan grandes lecciones a los adultos, en donde sus padres y voluntarios de organismos civiles se convierten en ángeles que caminan a su lado para tratar de ofrecerles calidad de vida y tomarlos de la mano,  cuando no hay nada que hacer tras su partida.

Rubén Lomas Gaytán llegó a casa de su abuela paterna a los 5 días de nacido, su madre vivió con ellos hasta sus cinco años, cuando se fugó con un hombre y lo abandonó. A los 6 años le diagnosticaron un cáncer, leucemia linfoblástica aguda, contra la que ha luchado por 7 años.

“Mi hijo ha aguantado muchas cosas, estuvo muy mal al borde de la muerte, pero ha sido un niño muy valiente porque a pesar de todo lo que pasan me ha enseñado a ser yo también fuerte, yo era una mujer muy débil, yo no soportaba ver un niño enfermo y el me dio una lección muy fuerte, de saber de qué pudo aguantar y salir adelante con todo esto, a pesar del abandono de su mamá”, expresó su abuela María Esperanza Guajardo, quien desde su nacimiento tomó el papel de madre.

Joana tiene 10 años, va en quinto grado de primaria y es víctima de bullying, pues en la escuela debido a que luce un abdomen más grande de lo normal debido al cáncer, los niños se burlan de ella.

La quimioterapia afectó su corazón y le provocó una miocardía dilatada, ahora retiene líquidos que generan que su abdomen crezca, motivo por el que cada 15 días tiene que ser hospitalizada.

“Ha sido muy difícil esta lucha, que les puedo decir no hay palabras para decirle como ha sido. A los 3 años con 8 meses le diagnosticaron, el cáncer. Dios nos da todo lo que necesitamos, porque si no estamos con esa fe y agarrados de la mano de Dios yo creo que no podríamos salir de esto”, platica su madre Sandra.

Dulce está preocupada por la salud de su madre, a quien observa agotada por cuidarla, “Anoche se puso mal pero quiero decirle que se preocupe por ella porque yo sé que todos vamos a mejorar”.

Como ellos, cientos de niños en Coahuila esperan un milagro, cada día sus padres luchan por conseguir medicamentos o apoyo social para solventar los costosos tratamientos que alcanzan los 30 mil pesos mensuales, sin contar la necesidad de donadores de sangre.

Confían en la solidaridad y sensibilidad de la población para que aporte a estas causas, muchas de ellas, que representan actos de fe y buena voluntad; porque este día del niño, algunos más que un regalo esperan al menos un donante de sangre, que podría salvar no una sino cuatro vidas.

 

Por UNIMEDIOS DIGITAL

Agencia de Noticias fundada en noviembre de 2011 como un medio de información digital. Primer lugar en el Concurso Nacional Coberturas Periodísticas #PeriodistasContraLaTortura en 2022 organizado por Documenta. Dos premios estatales de Periodismo 2016 y 2018 en Coahuila en la categoría de Reportaje.