POR ALMA DE LA ROSA FLORES
UNIMEDIOS/ SALTILLO, COAHUILA.- Un incendio que dejó pérdidas por casi 3 millones de pesos registrado la madrugada de este sábado en un yonke ubicado en la calle de Otilio González de Saltillo pudo ser intencional, señaló René de la Garza Silva, director de Protección Civil en Saltillo.
“No sabemos si fue un corto, fue intencional o fue un descuido. Si el dueño pide (investigar), como fue puro daño material, le corresponde al MP realizar una investigación», indicó el funcionario municipal.
Fue alrededor de las 4:30 horas cuando en el 066 se recibió el reporte de un incendio, para lo que acudieron a la Colonia Lomas de Zapaliname elementos del cuerpo de bomberos que por tres horas combatieron el siniestro que acabo con casi la totalidad de la mercancía de dicho Yonke propiedad de Emilio Aguilar.
Por su parte, ante el riesgo que representaba el fuego para casas aledañas, elementos de Protección Civil evacuaron a integrantes de cuatro familias para evitar pérdidas humanas o problemas de intoxicación.
“Es uno de los más grandes, entonces vamos y se monta un operativo, pues por lo de las casas pegadas, negocios, ya cuando llegamos ya estaba ardiendo todo. En la parte de atrás había un taller y pues había vehículos y camiones y todo, y se tuvo que aislar y evacuar a los vecinos por seguridad”, informó de la Garza Silva.
Si bien la investigación podría seguirse de oficio, en la Procuraduría General de Justicia en el estado desconocían si el propietario del yonke ya había solicitado indagar las causas del siniestro, el cual pudo ser provocado o tratarse de un descuido del velador, aunque se presume que el empleado fue golpeado por unas personas previo al incendio.
«No tenemos si fue intencional o no, pudo haber sido un descuido del velador, por lo que se tiene que esperar a los resultados del peritaje, pues consumió toda el área», señaló el funcionario municipal.
Cabe recordar que el alcalde de Saltillo, Isidro López Villarreal, señaló que no serán reabiertos estos negocios de compra-venta de partes de automóviles, los cuales fueron clausurados durante la administración de Jericó Abramo Masso, como una estrategia para mejorar la seguridad en la ciudad, ya que ninguno de sus propietarios logró demostrar la procedencia lícita de la mercancía.