POR VICTORIA PICAZO, JESSICA ROSALES
UNIMEDIOS/ SALTILLO, COAHUILA.- Dos mujeres que purgan condenas en el penal de Saltillo por secuestro y homicidio, tras 7 meses de relación, -el mismo tiempo que una de ellas tiene embarazo-, decidieron contraer matrimonio en las instalaciones del Centro de Readaptación Social de la capital coahuilense.
Marta Alicia Puente y Angélica Moreno Rodríguez se convirtieron en la primera pareja que se une en matrimonio dentro de un centro de reclusión en el país.
Elisa tiene 23 años de edad, fue acusada de secuestro delito por el que enfrenta una condena de 5 años, de los cuales apenas ha pagado el primero, y asegura, se enamoró a primera vista de quien ahora es su esposa.
Angélica de 26 años de edad, fue condenada a 24 años en prisión por cometer homicidio, apenas lleva su primer año y lleva en su vientre a un hijo, de cuyo padre no quiso compartir ningún detalle.
La historia de amor comenzó dentro del Cereso, en el área de maquila, “Nos conocimos dentro del cereso hace siete meses y tomamos la decisión platicando, ha sido muy bonito nuestro noviazgo al igual que el de un hombre y una mujer”, señaló Angélica Moreno.
Elisa Puente que tendrá al bebe dentro del cereso el tiempo que le permita la ley, asegura que después buscará darle una educación con valores y las oportunidades que ellas no pudieron tener.
“Yo estoy esperando una resolución de un amparo espero que salga favorable, bueno de hecho es favorable y voy a apoyarla con su bebe, yo tengo uno de cinco años y me lo cuidada mi mamá. De hecho el niño va tener el apellido de ambas. lo vamos a registrar con todos los derechos”, explicó.
Fue el oficial segundo del registro civil, Víctor Hugo Dávalos, quien se encargó de la boda civil, y fue a través de la directora del Centro penitenciario, Leticia Rivera Soto, como lograron saber del matrimonio igualitario.
Elisa antes de estar en medio de este proceso judicial se dedicaba a la belleza y su pareja Angélica se desempeñaba como enfermera.
“Estamos felices porque al menos ya vamos a tener respeto de la sociedad, o sea ya estamos casadas, mi familia está un poco como que sí y como que no, pero nos apoyan realmente”, expresó Elisa.