El millonario aumentó considerablemente las apuestas al negarse a participar en un debate entre aspirantes presidenciales republicanos que se realizó ayer.
Con información de Agencias
El millonario Donald Trump aumentó considerablemente las apuestas al negarse a participar en un debate entre aspirantes presidenciales republicanos que se realizó ayer, para probar que es el verdadero hombre fuerte en la carrera a la Casa Blanca.
En un paso extraordinariamente audaz, el polémico empresario organizó un evento público paralelo y simultáneo al debate en Des Moines, la capital de Iowa, donde el lunes arrancan las primarias partidarias.
Sin embargo, la ausencia de Trump en el debate republicano no significó que estuvo lejos del centro de las atenciones.
Trump ayer se burló en Twitter del debate y de la red conservadora Fox News, alegando que la discusión entre los otros aspirantes republicanos sería en gran parte ignorada.
“Espero que CNN tenga suficiente ancho de banda, porque no mucha gente estará viendo Fox News”, escribió antes del debate el líder de los sondeos republicanos.
El centro de la agria disputa entre Trump y la cadena Fox es la decisión de la red de TV de mantener en el debate a la presentadora Megyn Kelly, a quien el millonario acusa de ser parcial y de maltratarlo.
Más allá del enfrentamiento, es evidente que Trump calculó muy cuidadosamente todo cuando tenía para ganar con una decisión tan audaz como negarse al debate.
Diversos estudios indican que fue la presencia de Trump en debates anteriores lo que permitió a las cadenas transmisoras obtener audiencias jamás alcanzadas por programas políticos.
Así, todas las cadenas de televisión que no pudieron transmitir el debate, exclusividad de Fox, pudieron transmitir libremente el acto público de Trump.