En el tintero
Por Jessica Rosales
Cada inicio de legislatura, lo primero que hacemos los reporteros es analizar los perfiles de los diputados para detectar quiénes serán los más aguerridos, los más productivos, los más polémicos. En fin, los que nos darán la nota.
Hoy hablaremos en específico de la oposición, los legisladores de aquellos organismos políticos que, se supone, representan la contraparte del partido en el poder.
¡Vaya decepción ciudadana! Aunque Jesús de León Tello, líder de la bancada panista, me parecía un diputado real, en las recientes comparecencias ha demostrado que es más priista que muchos, incluido Javier Guerrero, que, por cierto, el miércoles renunció al tricolor tras 34 años de militancia.
La sospecha inició con las ausencias de los legisladores de oposición en la comparecencia, o más bien el monólogo, de Yezca Garza, procuradora de los Niños, Niñas y la Familia. Nadie de su partido se apareció en el lugar.
Las empresas fantasma que tanto criticaron desaparecieron de la mente de los blanquiazules porque tampoco se vieron en la comparecencia del secretario de Fiscalización; al de Finanzas ni cosquillas le hicieron y al procurador le admitieron todos los argumentos.
Desde el inicio, Yolanda Acuña y Armando Pruneda han sido prácticamente invisibles, pero Lariza Montiel y Chuy de León tampoco han estado interesados en temas sociales que han generado gran indignación en la población. “Los cuestionaremos fuerte”, dijeron antes de recibir al primer secretario. Nada más que mentiras.
La tibieza con la que hemos visto actuar a los diputados locales nos deja claro la gran capacidad del líder del Congreso, José María Fraustro Siller, quien ha logrado no sólo el consenso legislativo entre los diferentes partidos políticos, sino que sean más priistas que los propios priistas.
Otro diputado “de oposición” cuya calidad moral es muy cuestionable es el legislador del Partido Primero Coahuila, Leonel Contreras Pámanes. Ahora entendemos por qué a nadie le importa el tráfico de influencias y el mal manejo que se ha acreditado en la Pronnif.
El diputado del PPC contrató como asesor a un personaje con negros antecedentes: Leonardo Alvarado. Leonardo fue asesor, en otra legislatura, de José Luis Moreno, quien lo despidió por andarse pirateando iniciativas de otros estados, pero ahora está arropado por un nuevo jefe.
Leonardo presentó hace casi un año una demanda de divorcio y a pesar de que hay evidencias de que es una persona bipolar, traicionera y conflictiva, fue quien obtuvo la custodia de sus hijos; pero no sólo eso, la autoridad le otorgó una restricción para que la madre no pudiera acercarse a ellos.
Como ordena el rigor periodístico, investigamos el entorno familiar y laboral, buscamos testimonios de personas con probada honestidad para saber más de ambas partes. Todos coinciden en que la madre “es un pan de Dios” y que Leonardo carece de capacidad en todos los sentidos.
Lamentablemente, esta persona cuenta con algo de lo que carece su ahora ex esposa: influencias y el poder que le ha otorgado su jefe, el diputado Leonel Contreras para torcer a las autoridades y cometer otra grave injusticia como las que se han recopilado en los últimos meses en la Procuraduría de la Familia.
Valientes representantes del pueblo tenemos en el Congreso, y me refiero a la oposición, ya que incluso hemos obtenido mejores respuestas y resultados de los priistas, porque quienes se supone deberían ser la contraparte no están interesados en cuestionar ni combatir actos de corrupción y, como el Partido Primero Coahuila, hasta solapan y promueven estas prácticas.